Continuando con nuestra exposición a los peligrosos cruceros de la ciudad de México en esta ocasión nos reunimos en la avenida Congreso de la unión cuando llegamos por ahí, el ruido de los claxons de los carros de los conductores desesperados nos espantaron ya que se notaba el hecho de ser una zona salvaje, había unos oficiales de la policía tratando de dar un poco de órden al tráfico pero no respetaban el cambio de la luz de los semáforos por lo cual nuestra actividad se vio amenazada sobre todo en lo de la manta que tenemos que mostrar a los conductores, se tuvo que recurrir a la negociación para que todos pudieramos trabajar a gusto.
Las cosas extrañas que sucedieron este día fue que en un momento inesperado fuimos abordados por un par de individuos que pedían una caridad, uno de ellos traía las tripas de fuera y nos las mostraba, según yo era el duodeno de fuera pero quien sabe igual y estoy diciendo una barrabasada así que mejor dejémoslo en intestino o en tripas para que no haya pierde, el caso es que después de causarnos tremendo asco y más a las niñas se retiraron estos personajes para después darnos cuenta de que habían dejado residuos sólidos tirados que se parecían mucho a la calabaza, es el momento más raro que he vivido hasta el momento en esta actividad. En el descanso fuimos a un parquecito que se encuentra muy cerca del crucero a jugar futbol pero los teporochos que andan por ahí apenas despertándose a esa hora (como a las once) quisieron echar la retita pero nosotros no queríamos así que empezamos a burlar a uno que era el principal retador hasta que se cansó y mejor se fue, regresando a nuestras actividades me tomé la molestia de sacar esta foto donde podemos observar tremendo peligro que corrían mis compañeros al mostrar la manta.
Lo malo fue que terminando fuimos a buscar unas canchitas de futbol que andaban cerca de la delegación Venustiano Carranza y no dimos, solo fuimos a perder nuestro tiempo en la caminata que emprendimos.
Las cosas extrañas que sucedieron este día fue que en un momento inesperado fuimos abordados por un par de individuos que pedían una caridad, uno de ellos traía las tripas de fuera y nos las mostraba, según yo era el duodeno de fuera pero quien sabe igual y estoy diciendo una barrabasada así que mejor dejémoslo en intestino o en tripas para que no haya pierde, el caso es que después de causarnos tremendo asco y más a las niñas se retiraron estos personajes para después darnos cuenta de que habían dejado residuos sólidos tirados que se parecían mucho a la calabaza, es el momento más raro que he vivido hasta el momento en esta actividad. En el descanso fuimos a un parquecito que se encuentra muy cerca del crucero a jugar futbol pero los teporochos que andan por ahí apenas despertándose a esa hora (como a las once) quisieron echar la retita pero nosotros no queríamos así que empezamos a burlar a uno que era el principal retador hasta que se cansó y mejor se fue, regresando a nuestras actividades me tomé la molestia de sacar esta foto donde podemos observar tremendo peligro que corrían mis compañeros al mostrar la manta.
