La semana más mala
Esta ha sido una de las peores semanas en la brigada, todos los días hubo inconvenientes que se salieron de nuestros estándares y se los voy a platicar:
El miercoles es el día del peatón y lo promovimos en el crucero de Tlalpan y Periférico, lugar que me queda re-colgado pero eso no es lo peor sino que como se supone que estamos coordinados con la secretaría de seguridad pública del distrito federal se sintieron con la autoridad de en dos ocasiones llamarnos la atención por no cumplir con su idea que tenían de la campaña, la segunda vez fue hecha por un individuo que nos reclamó de un modo grosero diciendo que "hay que trabajar", la verdad que nos amargó la mañana.
El jueves de acoso cero afuera del metro la raza tuvimos una mala experiencia con los señores vendedores ambulantes y con los señores gritones de los microbuses porque según su punto de vista les espantábamos a los usuarios de su basura de transporte público y la brillante solución que encontraron fue que los puesteros "se pusieran a barrer" y hasta agua nos echaron pa' quitarnos, como si la calle les perteneciera.
El viernes regresó la actividad al taller de expresión corporal, el cual estuvo exigente pues la actividad física fue algo pesada, no me esperaba los ejercicios que hicimos, muy diferente al otro maestro, pero lo que más me molesta es que nos citen a las ocho de la madrugada y abran las puertas hasta las ocho y media parece que juegan con nuestro tiempo.
Por último el sábado fue el peor día de todos porque tuvimos que estar ahora si de acarreados en toda la extensión de la palabra para el evento de baile por tus derechos o lo que es lo mismo la fiesta de las quinceañeras en el zócalo, la cita era a las doce del día, en pleno cénit, no mamar, con decirles que al día de hoy tengo despellejamiento de la piel como si me fuera ido a "Acapulco en la azotea", como era de esperarse la organización fue una mierda (perdón si las quinceañeras se sienten ofendidas y creanme que no es con ese afan además que son inocentes del problema) más de lo que siempre ha sido, con decirles que hasta los organizadores se enojaron también, el mugroso elenco estelar fue de lo peor, los grupos pequeños que tocaron fueron extremadamente malos o extremadamente alternativos (y no digo malos) como para tocar en la plancha del zócalo.
No me queda más que decirles que lo escribo hasta ahora porque de verdad estaba hechando humo y lo que podría haber publicado sería con todo ese sentimiento, me limité un poco con las críticas. La verdad fue peor de lo que te puedas imaginar, fue como este texto pero a la enésima potencia.
El miercoles es el día del peatón y lo promovimos en el crucero de Tlalpan y Periférico, lugar que me queda re-colgado pero eso no es lo peor sino que como se supone que estamos coordinados con la secretaría de seguridad pública del distrito federal se sintieron con la autoridad de en dos ocasiones llamarnos la atención por no cumplir con su idea que tenían de la campaña, la segunda vez fue hecha por un individuo que nos reclamó de un modo grosero diciendo que "hay que trabajar", la verdad que nos amargó la mañana.
El jueves de acoso cero afuera del metro la raza tuvimos una mala experiencia con los señores vendedores ambulantes y con los señores gritones de los microbuses porque según su punto de vista les espantábamos a los usuarios de su basura de transporte público y la brillante solución que encontraron fue que los puesteros "se pusieran a barrer" y hasta agua nos echaron pa' quitarnos, como si la calle les perteneciera.
El viernes regresó la actividad al taller de expresión corporal, el cual estuvo exigente pues la actividad física fue algo pesada, no me esperaba los ejercicios que hicimos, muy diferente al otro maestro, pero lo que más me molesta es que nos citen a las ocho de la madrugada y abran las puertas hasta las ocho y media parece que juegan con nuestro tiempo.
Por último el sábado fue el peor día de todos porque tuvimos que estar ahora si de acarreados en toda la extensión de la palabra para el evento de baile por tus derechos o lo que es lo mismo la fiesta de las quinceañeras en el zócalo, la cita era a las doce del día, en pleno cénit, no mamar, con decirles que al día de hoy tengo despellejamiento de la piel como si me fuera ido a "Acapulco en la azotea", como era de esperarse la organización fue una mierda (perdón si las quinceañeras se sienten ofendidas y creanme que no es con ese afan además que son inocentes del problema) más de lo que siempre ha sido, con decirles que hasta los organizadores se enojaron también, el mugroso elenco estelar fue de lo peor, los grupos pequeños que tocaron fueron extremadamente malos o extremadamente alternativos (y no digo malos) como para tocar en la plancha del zócalo.No me queda más que decirles que lo escribo hasta ahora porque de verdad estaba hechando humo y lo que podría haber publicado sería con todo ese sentimiento, me limité un poco con las críticas. La verdad fue peor de lo que te puedas imaginar, fue como este texto pero a la enésima potencia.
